El absurdo más hilarante, la sátira deforme y la auténtica impostura del resentimiento son los mejores alicientes para contrarrestar un dolor genuino. Y los narradores de estos tres relatos, que acaso sean el mismo, lo saben. Por eso provocan y concitan en torno suyo la mofa y el sarcasmo para reírse de sus propias miserias. […]