Empezó en sórdidos locales de estriptis y tugurios malolientes, pasó por escenarios míticos como el Fillmore de San Francisco e incluso llegó a pisar el cielo en el Carnegie Hall neoyorquino, pero sus demonios lo arrojaban siempre a los infiernos y sus sátiras a los banquillos. La morfina se lo llevó al otro mundo mientras […]