Hiroshima, agosto de 1945: el infierno se abate sobre la ciudad, y en una fracción de segundo son exterminadas decenas de miles de personas: «fogonazo y estruendo» (en japonés, «Pika-Don»). Muchos miles más mueren, en medio de agudísimos dolores, conforme van pasando los días, como consecuencia de la radiotoxemia, la enfermedad provocada por la radiación. […]